Salto de La Gloria. Un despertar al turismo comunitario.
Un destino paradisíaco poco conocido por los propios capireños que permanece casi olvidado. La Gloria abre sus puertas para mostrarnos su principal riqueza natural inigualable que nos cautivó de inmediato y que nos invita a explorarla.
Es un lugar de montaña entre cumbres verdes y un clima fresco donde llueve la mayor parte del año y eso le beneficia para el nacimiento de muchísimos ríos y quebradas que riegan la zona.
Este poblado es pequeño, pero cuenta con la laboriosidad de su gente, historias, relatos, costumbres y casas sencillas, construidas de madera donde parece que el tiempo se ha detenido.
Los colonizadores españoles melancólicos y apabullados por todo lo que encontraron en el nuevo mundo, en medio de un entorno tan diverso como ajeno, donde la nostalgia se combatía travistiendo el territorio, fueron los primeros en visitar este bello entorno.
Lo primero que proponen estos senderos es la remembranza de esa enorme gesta donde Gonzalo de Badajoz acompañado de un puñado de 80 hombres recorren estos contornos obedeciendo a la necesidad de encontrarle un destino a un contingente de soldados ociosos que fueron a dar a estos poblados acompañados de frailes y cronistas a la caza de leyendas doradas.
Hoy es muy distinto el panorama, sus habitantes dedicados por completo a las actividades agropecuarias ven en la cosecha de sus productos la vía de escape a ese mundo de necesidades por las cuales pasan.
Para ellos pocas cosas cambian y si bien esto casi siempre implica una adhesión pasajera a un gusto efímero como olvidable, hay tendencias que son bienvenidas. Ofrecer una buena hospitalidad en sus propiedades es una de ellas. Pensar en un turismo comunitario sostenible para ellos, sería lo mejor. Así muchos de estos pueblos de montañas hoy reciben a personas que deseosas de conocer se trasladan a estos sitios con la esperanza de disfrutar de un buen clima, un buen entorno, pero sobre todo de la amabilidad de su gente.
?Tenemos muchos recursos en nuestra tierra que pueden ser aprovechados: nuestro clima, nuestros bosques, pero sobre todo nuestra cascada que brinda la oportunidad de disfrutar de un buen baño y de un rato inolvidable.? Anibal Ovalle.
Sin embargo la poca información que se maneja sobre la existencia de estos sitios lo hacen pasar desapercibidos, ni siquiera las autoridades gubernamentales hacen algo para promocionarlos y que la gente se beneficie con la llegada de turistas.
A veces uno da con ellos simplemente por pasar por una carretera solitaria o con más frecuencia por la recomendación boca a boca la que nos hace visitarlos y disfrutar de ellos, sea como fuere, las ganas de buscar y encontrar nuevos entornos se ha convertido en una alternativa para lo que buscan algo diferente.
Su historia, sus bosques, sus jardines, sus cosechas e incluso el escuchar sobre la tulivieja o las brujas, resulta indiscutiblemente seductor.
Anibal Ovalle propietario de una de las fincas de la comunidad de La Gloria, abre muy amablemente un espacio al público. Él junto a su esposa y sus hijos llevan a los visitantes hasta el salto, el mayor atractivo turístico del pueblo.
Los visitantes pueden gozar de múltiples actividades al aire libre, realizar caminatas o paseos a caballos a través de senderos o internarse en el bosque para disfrutar por completo de la naturaleza y el campo. La zona se presta por sus grandes extensiones para poder acampar en grupo y pasar un grato momento.
En este punto la quebrada La Gloria es el punto culminante de la caminata donde la naturaleza muestra su máxima expresión con una caída impresionante de unos 75 metros de altura, es el rincón y refugio de un bello entorno y de deliciosos manantiales que se pierden entre el suelo rocoso que han sido añejados por el tiempo. Sin duda alguna por ser un área apartada y solitaria se ha logrado mantener aislada y así preservar su recurso hídrico, sus bosques y su gran variedad de fauna que entre serpientes, mariposas y mamíferos sorprenden.
Es un sitio ideal para vivir una experiencia diferente de las ciudades y así escapar de la rutina.