Finca La Maya Dando una mano, no una limosna
En el pequeño pueblo de San Carlos yace un rayo de solbrillanteconocidopor los habitantescomo?Finca La Maya?. Es en estecentroartistico cultural que la vida de los niños de la región ha estadocambiando, dandolesesperanza de un mañanamejor. Cuando Starr y Stephen McCamant se mudaron a Panamá, ellosplanearonreducirsusgastos y vivirunavidatranquila en una casita frente a la playa. En vez de eso, susvidastomaron un rumbodistintocuandoellos se tropezaron con unafinca de 40 acres quenecesitabavariasreparaciones. Aunque no era lo queelloshabíanpensadoqueseríasuvida en Panamá, aquello se convirtiójustamente en dóndeellosdebíanestar. El área era pobre y los niñosnecesitaban de maneradesesperadaunamejoreducaciónquemejorarasufuturo. Starr y Steve decidieronhaceralgo al respecto.
El centroFinca La Maya (FLM) nacióparaenseñar a los niños de la regióninglés y habilidadesinformaticas. Mediante la ayuda de profesoresvoluntarios y asistentes, el primer idioma y lassesiones de informaticacomenzaron a atraer a los estudantes en el área. Con lashabilidadesartisticas del propio Starr y muchosartistasemigrantes en la zona, añadirartes y manualidades al curriculofuealgosencillo.
Desdesuorigen, cadasábado se ofrecencuatroclasesgratuitas de inglésseparadas en el centro. Las clasesatraen a estudiantes de todaslasedades. Los padres y los abuelostraenniños de 4 años y permanecen con ellos, de talmodoque los adultostambiénaprendien. Los panameñosestáncomenzando a comprender la importancia de volversebilingues con el fin de acceder a unaeducación superior y asegurar de estemodomejoresoportunidades de empleo. Con la asistencia de 40 a 50 niñoscadadía, el centronecesitasiempremásvoluntariosquedonensutiempo y sutalento.
La historia de Alex Martinez es sólo una de las historias de éxito de la Finca La Maya. ?Quiero aprender inglés para mejorar?, dijo él. Dado que su escuela rural no enseña inglés, él asistió a las clases en el centro. Alex aplicó a la Universidad de Panamá, pero su aplicación fue rechazada debido a que su inglés no fue lo suficientemente bueno. Él continuó con el estudio de inglés en la Finca La Maya y dos años después fue aceptado en la universidad. ?Finca La Maya ha cambiado mi vida?, dijo Alex. ?Ahora uso el inglés todos los días, soy estudiante universitario y tengo un empleo bilingüe bien pagado?, añadió él. Cada sábado Alex regresa a Finca La Maya para ofrecer sus servicio de voluntario para ayudar a enseñar a otros inglés.
En la tarde los estudiantes más ilusionados aprenden habilidades informáticas junto con artes y manualidades. ?Me gusta usar los proyectos de arte para hacer que los estudiantes piensen?, dijo Starr. ?Es fascinante darles algunos suministros y ver lo que logran hacer con algunas sugerencias?. Algunos proyectos han incluido como medios plastilina, cemento, papel, pintura, balsosas de mosaico, costura y mucho más. Siempre se reciben con aprecio las donaciones de suministros para clases de arte junto con viejas computadoras portatiles que estén funcionando.
En el año 2009 un biblioteca enorme abrió en el centro. Con la generosa ayuda de patrocinadores, el centro fue capaz de proveer libros en español e inglés, así como una amplia selección de DVD para uso educativo y de entretenimiento.
El centro Finca La Maya es un semillero para crear un futuro brillante para los jovenes de Panamá. La historia del centro se ha expandido y ahora llegan niños desde lugares apartados. Dado que funciona completamente con donaciones y voluntarios para poder crecer, el centro está buscando ayuda de manera constante.
El año pasado Finca La Maya comenzó un programa nuevo que vinculaba a los estudiantes a un patrocinador, ofreciendo al donante una mirada personal en la vida de un estudiante. Por una donación mínima de sólo $20 un niño patrocinado recibe un kit de estudio en una bolsa sellada. El kit incluye cuaderno, lapices, lapiceros, borradores, tijeras, una regla, papel de colores, marcadores, pegante y colores o crayones. Los niños aman estos kits dado que les permite tener las cosas que necesitan cada semana para la clase.
Con permiso del patrocinador, los estudiantes pueden escribir notas o enviar un correo electrónico desde la clase de informática, permitiendo que el patrocinador siga su progreso en las habilidades de informática e inglés.
Una única donación de $20 no sirve para mucho. Una falta de voluntarios significa que Starr y Steve tienen que contratar ayuda paga para poder satisfacer la demanda.
Los sábados son días bastante ajetreados en la Finca La Maya y los voluntarios siempre necesitan tener ojos, orejas, manos o ayuda extra. No es necesario hablar español, o tener conocimiento de enseñanza con el fin de ayudar en el centro.
Si quiere ser voluntario, ayudar con un proyecto de arte, donar un computador viejo o enviar dinero para mejorar la vida de los niños panameños, entonces Finca La Maya estará feliz de saber de usted. Se aceptan donacones mediante PayPal en http://www.fincalamaya.org/. Para más información contacte a Starr al 507-240-8281