¿Es Seguro Vivir en la Costa del Pacifico de Panamá?

Cuando llegue por primera vez a Panamá, creía que todo era perfecto: La experiencia de vida, la cultura, la gente, si e incluso el crimen se sentía como un balance aceptable entre las ?virtudes? y las ?contras?. Por aquel entonces, era más sencillo mirar el lado positivo de las cosas. Después de todo, yo quería que esta jugada grande y cara funcionara y no quería que nada arruinara mi percepción de la vida en el paraíso. ?Hoy, diez años después, la idea de un paraíso tropical ya no existe. ¿La razón? La necesidad humana básica en pos de su seguridad personal no se encuentra adecuadamente satisfecha.? Cuando los expatriados se están Armando y aprendiendo a tirar. Cuando más y más dueños de hogar instalan sistemas de cámaras de video vigilancia, o contratan guardias nocturnos armados ? la burbuja de un estilo de vida idílico aquí en la Costa del Pacifico de Panamá, se ha pinchado apropiadamente.?

En las últimas semanas, tuve la oportunidad de hablar con una cantidad de gente acerca del crimen y como les afecta. Hable con expatriados y con panameños que viven en la ciudad y en la región costera. Hable con victimas del crimen y también con gente involucrada en las investigaciones criminales.?

Existe un fenómeno interesante que ocurre en la comunidad de expatriados alrededor de las víctimas de un crimen violento. La gente quiere creer que la víctima hizo algo para atraer el ?mal karma?. He escuchado a gente decir, ?Bueno, eso sucedió porque la victima hizo ?tal cosa?.? Pareciera que tal declaración permite que el resto de nosotros nos sintamos más seguros con la ilusión de que somos buenas personas y que el crimen violento no nos va a afectar. Esa idea hace la vida más llevadera que el pensar que hay bandas rondando los vecindarios en búsqueda de objetivos.?

El hecho es que el crimen afecta a la gente buena, y aquí en Panamá está creando agujeros negros en la imagen del paraíso perfecto al que todos aquellos que viven en países fríos aspiran.

En los diez años que he vivido en Panamá, han ocurrido una inquietante cantidad de crímenes violentos en donde yo personalmente conocía al a víctima o tenia algún grado de cercanía con la misma. Ha habido robos, golpizas, heridas de bala, intrusiones a los hogares, e incluso asesinatos. Le han robado a la gente en las playas, amordazado y aterrorizado. En una ocasión, se apuntó un arma a la cabeza de un niño. Los criminales se han sentido con la suficiente seguridad como para entrar en un restaurant a plena luz del día y robarle a los dueños y clientes.

??Aquí en las playas, nos enteramos de los crímenes. No nos enteramos mucho respecto de que alguno de ellos sea resuelto. Cuando atrapan a los criminales, inevitablemente salen nuevamente para seguir delinquiendo.?

Al hablar con la gente acerca del crimen, he escuchado que los panameños son reacios a darle información personal a la policía, como si fuera que se la estuvieran dando a los mismos criminales. La dueña de una tienda, se ríe cuando se le pregunta porque no reporta un robo. ?¿Y qué va a hacer la policía?, dice. En cambio, ella continúa con su negocio operando tras una reja de seguridad y una puerta.?

En la comunidad de expatriados, se vislumbra una sospecha generalizada y desconfianza. La gente teme que sus empleados sepan demasiado de ellos, o entregarles las llaves del lugar. La gente toma fotografías a los empleados de la construcción en el camino, o verifica el estacionamiento antes de retirarse de la tienda. Para algunos, esto llega a un punto en donde se vuelve difícil confiar en las personas cercanas, por miedo a que los vendan.?

Quiero ser claro. Ser consciente acerca de la seguridad es un hecho de la vida en Panamá. El problema surge cuando es difícil discernir entre sentirse seguro y vivir con miedo.??Puede que no nos sintiéramos tan inseguros, si viéramos algunos resultados concretos por parte de las autoridades. Pero desde mi posición pareciera que no está sucediendo mucho al respecto de retirar a los criminales de las calles.
 
Por lo que yo veo, el Sistema de justicia no apoya a la víctima de un crimen. Para empezar, los números de emergencia por lo general no responden las llamadas o están ocupados. Luego, el proceso de reportar un crimen a las autoridades es complejo. Finalmente, pareciera que la única forma en que se recaba evidencia en las actuaciones investigativas es cuando la víctima contrata a su propio detective privado y presenta las evidencias ante las autoridades. Incluso en ese caso, no hay razón alguna para creer que los criminales serán castigados. Las victimas hablan de criminales sometidos a interrogatorios con preguntas irrelevantes y que luego son soltados.

He escuchado también que se ha perdido evidencia o que la misma no fue protegida o procesada en forma apropiada.

?Si los torpes sistemas procesales no son suficientes, los menores cometiendo delitos contribuyen a tornar el Sistema Judicial Panameño en inútil. A los menores generalmente les otorgan un pase libre. Si el menor no tiene una supervisión parental adecuada, él o ella saldrán sin ningún cuestionamiento y volverá a la tutela de su pandilla.?

Entre las pandillas locales, la gente está muy al tanto de quienes son los criminales y de que están haciendo. Un granjero local me conto, que incluso la policía está al tanto. El hablo acerca de cómo tuvo que enviar a su hijo fuera de ese lugar para salvarlo de la presión para ingresar a las pandillas. Me conto que los lugareños no denuncian los crímenes ya que debido a que los criminales no terminan en prisión en cambio si se toman venganza.??

Cuando un crimen violento toca a la comunidad de expatriados, la policía en general responde haciéndose presente en una reunión comunitaria. Ellos traen a Jefes y Directores de Departamentos, y presentan una fachada bastante impresionante. Brindan presentaciones respecto de arrestos de criminales y sistemas que esperan los pongan en su lugar. Sin embargo, si uno pregunta a las victimas si el crimen fue resuelto, los escuchara hablar acerca de complicaciones y torpezas llevadas a cabo por el sistema judicial, menores siendo liberados y como los jefes de las bandas siguen libres.
 
He llegado a la conclusión de que el sistema judicial en Panamá está quebrado, sin poder o corrupto en su interior. Como sea, trabaja a favor de los criminales. En tanto sea ese el caso, Panamá no es seguro. Si los criminales violentos permanecen libres y el sistema judicial continuo mirando para otro lado, esta nación pujante se convertirá en un gueto. Los panameños y los extranjeros encontraran gradualmente otro lugar en donde vivir y hacer negocios en forma segura.

?El 5 de mayo, Panamá eligió un nuevo Presidente y pronto vera una nueva administración. Guardo esperanzas que la gente y los sistemas ineficaces serán reemplazados por soluciones más confiables. Creo que un sistema judicial que realmente funcione es posible. Si creyéramos que se puede hacer justicia, los individuos tendrían más voluntad para reportar los crímenes. Sé que las cosas no pasaran de la noche a la mañana y sé que cambiar la cultura organizacional es un tren que se mueve lentamente. Sin embargo, con un destino en mente, los Panameños, Expatriados, Policías y Fiscales pueden trabajar en pos de limpiar a los elementos criminales. Panamá ya ha demostrado que puede realizar cambios radicales en cortos periodos de tiempo. La Cinta Costera y el Sistema de Metro son prueba de ello. Creo que Panamá puede ser seguro, sin embargo, hoy no es ese día. Ya hemos tenido muchas conversaciones al respecto. Ahora necesitamos resultados.